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LUICHMAN: THE INVENTOR OF THE TRAGI-OPTIMISM

For that which psychology has defined with the word resilience and which has generated abundant literature in all fields (from business administration to self help manuals), Luichman came up with a much more explanatory term: tragi-optimism. It might not have the exact connotations for him as the academic term, but both terms allude to the capacity to confront critical situations with a good sense of humour:  a joie de vivre that keeps us afloat in spite of adversity.



A continuous shuffle of references an styles, mixing periods and concepts: borrowing from Bad Painting and magazine cut outs which produce mutant characters that coexist with cabaret dancers from the Belle Epoque; the goyesque traditions and the hispanic grotesque which are balanced with large doses of naif humour. Raw eroticism and revised pop: classical art and the giants and big heads of Catalan folklore. Alloys and impurities dodge the unambiguous interpretations of the dissolute and ingenious nature of the characters.

 

Our attention falls mainly on the expressivity of their faces, due to the fact that their animalistic features come to surface gradually over a greyish layer, as if a kind of grattage were revealing them. Many of these grotesque beings are modern allegories about money, superstition (luck), naivety (strip poker face) In these zoomorphic words, the porkish characters do not represent oppressive powers like in George Orwell’s fable, but the another range of losers and spongers (La ultima copa, Casanova). Elephant men, bears and yorkshires complete the human fauna. Smiling bankers, melancholic drinkers, lost sirens and one-eyed aphrodites, conceited hedonists whose heads grow flowers and modernise the popular arquetypes that have traditionally characterised giants and big heads.

 

 

Luichman (Lluis Costa Fontanet) created the Tragi-Optimism concept to define a period to which he belongs. His entire body of work (drawings, collages and iron sculptures are impregnated with this sarcastic vision of current society. During his career he has worked with renown artists in diverse creative fields from whom he has learnt and acquired work. The most relevant are: Elsa Peretti, Mel Ramos, Barry Flanagan, Miguel Mila, Alfonso Mila, Kiko Veneno, Fer, Kim,  Manolo Garcia, Muchachito, Raul Cimas, Edu Soto ,Joan Sanahuja, Francesc Puig.



LUICHMAN: EL INVENTOR DEL TRAGI-OPTIMISMO

Para lo que la psicología bautizó con el nombre de resiliencia y que en los últimos años ha generado abundante literatura en todos los ámbitos (desde la gestión empresarial hasta los manuales de autoayuda), Luichman dio con un término mucho más ilustrativo: el tragi-optimismo. Quizás no tenga para él exactamente las mismas connotaciones que el vocablo académico, pero ambos aluden de algún modo a la capacidad para afrontar situaciones críticas con buen humor.
Sus esculturas en hierro, collages y dibujos transmiten esa filosofía vital predominante en nuestra época: la joie de vivre que nos mantiene a flote a pesar de la adversidad. Baraja infinitas referencias, reciclando géneros y estilos, mezclando épocas y conceptos: préstamos del Bad Painting y recortes de revistas producen caracteres mutantes que conviven con cabareteras de la Belle Epoque; la tradición goyesca y el esperpento hispánico se equilibran con altas dosis de humor naïf. Erotismo descarnado y pop revisitado; arte clásico y folclore catalán de gegants i capgrossos. Aleaciones e impurezas que esquivan interpretaciones unívocas sobre los comportamientos disolutos e ingenuos de los personajes. En la expresividad de sus rostros recae principalmente nuestra atención, por tratarse de rasgos animalizados que afloran bajo una capa grisácea de modo gradual, como si una especie de grattage los fuera revelando Muchos de estos seres grotescos son alegorías modernas relacionadas con el dinero, la superstición (Suerte), la ingenuidad (Strip-poker face)… En estas parábolas zoomorfas, los personajes porcinos no representan al poder represor como en la fábula de George Orwell, sino que encarnan toda una gama de losers y vividores (La última copa, Casanova). Hombres-elefante, osos y yorkshires completan la fauna humana. Banqueros sonrientes, afroditas tuertas, bebedores melancólicos, sirenas extraviadas y ufanos hedonistas de cuyas cabezas germinan flores actualizan los arquetipos populares que tradicionalmente habían caricaturizado los gigantes y cabezudos.

Luichman (Lluis Costa Fontanet) creó el concepto Tragi-Optimismo para definir la época de la que forma parte. Toda su obra (dibujo, collage y escultura en hierro) se impregna de esta visión sardónica de la sociedad actual. A lo largo de su inquieto recorrido artístico y vital ha trabajado con artistas de renombre pertenecientes a distintos ámbitos creativos, con los que ha aprendido y han adquirido obra suya, destacando:  Elsa Peretti, Mel Ramos, Barry Flanagan, Miguel Mila, Alfonso Mila, Kiko Veneno, Fer, Kim,  Manolo Garcia, Muchachito, Raul Cimas, Edu Soto ,Joan Sanahuja, Francesc Puig.